Las detenciones, los bloqueos de la PolicĆa para impedir protestas universitarias, las denuncias de torturas, la muerte de jóvenes y hasta la migración son elementos que han golpeado al movimiento estudiantil venezolano que busca mantenerse a la vanguardia de la lucha por los cambios en su paĆs.
Asà lo demostró el pasado 21 de noviembre cuando protestó contra el Gobierno de NicolÔs Maduro y planeaba marchar hasta el Ministerio de Defensa para pedir a los militares "defender" la Constitución ante lo que consideran un sistema totalitario.
La convocatoria no fue multitudinaria como antaƱo, pero sĆ hubo pequeƱas manifestaciones en distintas universidades del paĆs donde pudo expresarse que la falta de asistencia estaba motivada por asuntos relacionados a la crisis como la migración o la deserción estudiantil.
Se cuentan por centenas los estudiantes que han sido detenidos durante la gestión de Maduro, y solo en 2014, cuando enfrentó la primera ola de manifestaciones contra su Gobierno, hubo mÔs de 100 arrestos de jóvenes, según cifras de la ONG Foro Penal.
En ese mismo aƱo se contabilizó la muerte de mĆ”s 40 personas, y entre los casos que mĆ”s conmovieron al paĆs estuvo, por ejemplo, el de GĆ©nesis Carmona, una joven estudiante y modelo de 23 aƱos que recibió un disparo en la cabeza.
UN MOVIMIENTO HISTĆRICO
Los estudiantes universitarios han sido el catalizador de cambios sociales y polĆticos en Venezuela desde 1928, cuando el paĆs vivió su dictadura mĆ”s larga hasta el momento, la de Juan Vicente Gómez, por un perĆodo de 27 aƱos.
AdemĆ”s de esa gesta, destaca la generación de 1958 y los movimientos que surgieron durante el perĆodo de alternancia en el poder del partido democristiano Copei y el socialdemócrata Acción DemocrĆ”tica (AD) hasta 1998 cuando el fallecido expresidente Hugo ChĆ”vez ganó su primera elección.
A ChĆ”vez le tocó enfrentar el movimiento estudiantil de 2007, cuya bandera fue la libertad de expresión por el cierre de Radio Caracas Televisión (RCTV) y para ese entonces fue encabezado por quienes hoy son importantes lĆderes polĆticos como el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por mĆ”s de 50 paĆses.
2014: A LA CABEZA DE LAS MANIFESTACIONES
SegĆŗn sus propias denuncias, muchos de ellos fueron torturados, encarcelados e, incluso, forzados al exilio como ocurrió en junio de 2018 con Vilca Fernandez, un exlĆder estudiantil que estuvo detenido mĆ”s de dos aƱos bajo acusaciones de "instigación al odio y difusión de información falsa".
Su detención ocurrió luego de haber escrito un tuit en el que aseguraba que el considerado nĆŗmero dos del chavismo Diosdado Cabello tenĆa "los dĆas contados en el poder".
FernÔndez, denunció la oposición venezolana en junio de 2018, fue desterrado a Perú como condición para recibir una medida de excarcelación.
Otros lĆderes estudiantiles fueron puestos tras las rejas por llamar a manifestaciones como el caso de la joven Sairam Rivas, detenida en 2014, cuando en el paĆs se presentó una ola de protestas antigubernamentales encabezadas por el dirigente Leopoldo López y la exdiputada MarĆa Corina Machado.
Los universitarios dieron un espaldarazo a López y Machado y cobraron protagonismo al instalar campamentos en algunas plazas de Caracas como una forma de mantenerse firmes en las calles y protestar contra la llamada revolución bolivariana.
Rivas recordó, en una conversación con EFE, que estuvo detenida por "instigación pĆŗblica" durante cuatro meses, y al dĆa de hoy aĆŗn debe presentarse periódicamente ante los tribunales.
"Resultamos injustamente detenidos, despuĆ©s que tenĆamos 40 dĆas en esos campamentos y vivimos en carne propia lo que fue la falta de institucionalidad en un paĆs, lo que fue estar ya en una dictadura abierta, vivimos cómo se violan los derechos humanos (...) vimos lo que fue la siembra de evidencia", recuerda Rivas.
Las autoridades acusaron a mÔs de 40 personas de poseer drogas, material explosivo y armamento en esos campamentos, algo que Rivas niega porque, objeta, "eran públicos, iba la sociedad civil".
Durante su permanencia en la cĆ”rcel, fue, segĆŗn relata, vĆctima de "tortura psicológica" pues la amenazaban con trasladarla a "La Tumba", como se conoce a unos sótanos del Servicio de Inteligencia donde algunos exprisioneros aseguran que vivieron abusos y agresiones fĆsicas.
Rivas, hoy de 26 años, y a punto de graduarse como trabajadora social, reconoce que el movimiento estudiantil se ha visto golpeado por la "represión tan grande" del Gobierno.
"Tenemos muchos jóvenes que murieron en este proceso", señaló sin dejar de destacar que la "migración tan grande" de venezolanos y la crisis también les ha afectado.
El presidente de la Federación de Centros Universitario (FCU) de la Universidad Central de Venezuela (UCV), David Sosa, seƱaló, incluso, que se ha encontrado en su recorrido por universidades del paĆs una deserción estudiantil de mĆ”s de 70 % en algunos centros.
2017: UNA PRESENCIA ACTIVA, PERO NO DESTACADA
En las manifestaciones de 2017 tambiĆ©n formaron parte, pero no fueron los protagonistas de las protestas en las que el paĆs volvió a sentir las muertes de mĆ”s 120 personas, entre ellas la del joven Juan Pablo Pernalete, de 20 aƱos, que marcó las protestas luego de morir por el impacto de una bomba lacrimógena.
El caso de David Vallenilla, de 22 años, también causó conmoción luego de que un militar le disparara en una protesta, y el mÔs joven Neomar Lander, de 17 años, y quien perdió la vida al estallarle un artefacto casero que iba a usar para atacar a las fuerzas de seguridad, según la versión del Gobierno.
"PREPĆRENSE"
Aunque el movimiento estudiantil parece pasivo en este momento, en realidad se estÔ organizando, aseguró el presidente de la FCU-UCV, para enfrentar una sentencia que consideran ilegal del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para renovar las autoridades universitarias el próximo año.
El TSJ pide renovar las autoridades de nueve universidades, pero ni los estudiantes ni los rectores, estĆ”n de acuerdo con las reglas establecidas por el Supremo, pues aseguran "viola" la Ley de Universidades en su artĆculo 109 por el cual se seƱala que los profesores y estudiantes son los responsables de elegir a las autoridades.
Pero el Supremo establece que en las elecciones también debe participar el personal administrativo y obrero, y les ordena realizar las elecciones antes del 27 de febrero próximo.
Sosa, que también ha estado dos veces detenido acusado de "terrorismo", advirtió que los estudiantes se preparan para dar una respuesta contundente a nivel nacional, aunque no ofreció detalles.
EFE