Manuel Ricardo Cristopher Figuera, el exjefe de los Servicios de Inteligencia de Venezuela (Sebin) que abandonó las filas del chavismo y pasó dos meses escondido y protegido por efectivos de seguridad en BogotÔ, Colombia, llegó el lunes a Washington.
Figuera, de 55 aƱos, dijo en entrevista al diario The Washington Post que no se arrepiente de haberse volteado en contra de su jefe, el presidente en disputa de Venezuela, NicolƔs Maduro.
"Yo estoy orgulloso de lo que hice", dijo la semana pasada desde el cuarto de un hotel en el centro de BogotÔ. "Por ahora el régimen nos sacó una morena. Pero eso puede cambiar rÔpidamente".
Figuera fue testigo excepcional de lo que sucede en el Palacio de Miraflores. Llega a Estados Unidos con información clave acerca de temas como los negocios ilegales de oro, la supuesta operación de cĆ©lulas de Hezbollah operando en Venezuela y la influencia cubana en la polĆtica venezolana.
Al Post contó detalles en una entrevista exclusiva de 12 horas. Explicó cómo y por qué fue que se separó oficialmente del chavismo el pasado 30 de abril, durante el fallido levantamiento organizado por el presidente encargado Juan Guaidó.
"Tengo una gran deuda con la gente que sigue en la cÔrcel", dijo Figuera reteniendo lÔgrimas. "La gente que se le murió familia y no los pudieron ni ver. Eso me quiebra", dijo al diario estadounidense.
Admitió incluso que "hay mucha gente ahĆ que es inocente, y yo tengo una deuda con ellos. No se hizo todo lo que se pudo. Yo pensĆ© en algĆŗn momento que podrĆa sensibilizar a Maduro", dijo. "No pude", aseguró.
¿Cómo se viró Figuera contra Maduro?
Figuera narró al Post cómo pasó del otro lado de la contienda, después de reunirse a fines del 28 de marzo pasado con César Omaña, un médico y empresario de 39 años nacido en Venezuela, que entró a la torre de oficinas del SEBIN con la misión de reclutar a su jefe.
OmaƱa, basado en Miami, estaba viviendo en medio de dos mundos, narra el diario. Era amigo cercano de una de las hijas de ChĆ”vez y otros oficiales de alto rango leales a Maduro, asĆ como miembros clave de la oposición. Diferente a otros empresarios venezolanos involucrados en la conspiración, no ha sido procesado por crĆmenes y no tiene sanciones de EE.UU. en su contra.
AdemĆ”s estaba perturbado por el colapso del paĆs bajo Maduro, habĆa estado en contacto con oficiales estadounidenses y habĆa establecido contacto regular, incluso una creciente amistad, con el lĆder de la oposición Leopoldo López, el mĆ”s famoso preso polĆtico de Venezuela y mentor de Guaidó.
"Le dije: ‘dime algo que yo no sepa’", narró Figuera, en referencia al diĆ”logo en el que OmaƱa le comenzó a hablar del plan de oposición que aĆŗn estaba en construcción.
"Hablamos de SudÔfrica y Mandela. Y eventualmente hablamos de un plan inicial, una ley de reconciliación. Convencer a Maduro de irse".
"Yo le dije que estaba listo para ver salir a Maduro", dijo Figuera."Y ahà comenzó la conspiración".
Hezbollah, ELN y el lavado de dinero
Figuera dijo que despuĆ©s de su reunión con OmaƱa, sintió un rayo de esperanza. HabĆa trabajado por aƱos en inteligencia militar. Pero su nuevo trabajo como jefe del Sebin, expresó, habĆa abierto sus ojos al alcance de la podredumbre dentro del gobierno de Maduro.
"Nunca vi la situación del paĆs y la corrupción del gobierno tan de cerca como la vi en mis Ćŗltimos seis meses", dijo. "EntendĆ que Maduro es la cabeza de una empresa criminal. Su propia familia estĆ” involucrada".
Figuera contó que habĆa comenzado a investigar a una compaƱĆa creada por un asistente del hijo de Maduro, NicolĆ”s Maduro Guerra, que tiene 29 aƱos. HabĆa establecido un monopolio comprando oro de mineros artesanales al sur del paĆs a precios de vaca flaca, para venderlo a precios elevados al Banco Central. Figuera estaba preparado para llevar la información a Maduro pero, dijo, un oficial cercano al presidente le recomendó no hacerlo.
El exjefe del Sebin dijo que comprobó casos de lavado de dinero que involucraban al entonces vicepresidente Tareck El Aissami, que es ahora el ministro de industrias de Maduro y que ha sido sancionado y culpado en Estados Unidos de narcotrÔfico. El Aissami ha negado públicamente las alegaciones y el Post dijo que no pudo confirmar las alegaciones de Figuera independientemente.
Figuera dijo que obtuvo inteligencia que indicaba que grupos irregulares estaban operando en Venezuela bajo el brazo protector del gobierno, entre ellos miembros del grupo guerrillero colombiano ELN, activo en Ć”reas mineras en el estado sur de BolĆvar, prometiendo proveer una primera lĆnea de defensa en caso de una invasión a Venezuela.
Dijo que obtuvo inteligencia de que Hezbollah tenĆa operaciones en Maracay, Nueva Esparta y Caracas, aparentemente ligado a negocios ilĆcitos para financiar operaciones en el Medio Oriente.
"DescubrĆ que los casos de narcotrĆ”fico y de guerrillas no debĆan ser tocados", dijo.
La interferencia cubana
Figuera dijo que Maduro confiaba su seguridad personal en 15 a 20 cubanos y tenĆa tres cubanos, que nombró "los psicólogos", que eran asesores especiales que analizaban sus discursos y el impacto en el pĆŗblico.
Explicó que solĆa reunirse con Maduro varias veces por semana, pero que cuando solicitó este aƱo una reunión privada entendió que tenĆa que pasar por "Aldo", un cubano.
"Y yo dije, ‘¿ya va cómo?’. Yo soy su jefe de inteligencia y tengo que pasar por un cubano para poderme reunir con Ć©l?", recordó.
Contó incluso que una reunión en los dĆas que el paĆs quedó apagado durante extensos fallos del servicio elĆ©ctrico fue interrumpida por una llamada telefónica del expresidente cubano RaĆŗl Castro.
Dijo que cuando terminó la llamada, Maduro pareció aliviado porque Castro habĆa prometido enviar un equipo de tĆ©cnicos cubanos para ayudar a resolver el problema: "RaĆŗl era como un asesor para Maduro", dijo Figuera. "Si estaba en cualquier reunión, podĆa ser interrumpida si Castro llamaba".
El nerviosismo de Maduro
Figuera dijo al Post que habĆa descrito en abril la situación del paĆs como deplorable y lo instó a que realizara elecciones: "Me llamó cobarde. Derrotista", Figuera dijo. "Ćse fue el punto de quiebre, tenĆa que actuar".
Describió el plan de levantamiento del 1 de mayo, segĆŗn el cual serĆan reconocidos los poderes de la Asamblea Nacional, de parte de altos mandos como el ministro de Defensa, Valdimir Padrino, hoy todavĆa al lado de Maduro. La medida habrĆa forzado la salida de Maduro.
Según Figuera, los conspiradores se pusieron nombres en código. Figuera, un afro-venezolano, era la "Pantera negra". Omaña era "Superman". Mauricio Claver-Carone, el director para Latinoamérica del Consejo de Seguridad Nacional, era "Comeniños".
Contó que el 27 de abril, se encontró con Padrino en la casa de este. "Fue una conversación corta". Figuera dijo que llamó a Padrino al dĆa siguiente para asegurarse a sĆ mismo que el jefe de defensa seguĆa dispuesto. Pero Padrino estaba viendo la pelĆcula de "Avengers: Endgame" en el cine, dijo, y "no querĆa hablar".
Según Figuera, Padrino estuvo conspirando para el levantamiento que finalmente resultó fallido. Dijo incluso que estaba al tanto del cronograma y los cambios.
En alusión a Maduro, dijo que en esos dĆas "estaba muy nervioso (...) "Me preguntaba una y otra vez: ‘¿quĆ© es lo que estĆ” pasando?’".
Poco despuĆ©s, dijo, fue avisado de que debĆa entregarse.
La escapada
La esposa de Figuera, Barbara Reinefeld, estaba en Miami y le dijo que cruzara la frontera, que no se entregara.
Reinefeld habĆa sido contactada previamente por dos personas que dijeron que eran del FBI, durante un viaje a San Juan, Puerto Rico. La entrevistaron, dijo al Post, y le proporcionaron un sistema de comunicación encubierto. Figuera bendijo el canal directo, dijo, pero no tuvo personalmente comunicación directa con los americanos.
Padrino y otros oficiales leales a Maduro han alegado pĆŗblicamente que no fueron parte de la conspiración. Dos dĆas despuĆ©s del 30 de abril, Padrino, al lado de Maduro, pareció sugerir que la oposición habĆa intentado "comprarlos".
Sanciones impuestas por Estados Unidos a Figuera fueron retiradas poco despuƩs de su llegada a Colombia.
Figuera dijo al Washington Post que sus primeras reuniones e interrogatorios con oficiales han sido complicados. Ha reconocido a Guaidó como presidente legĆtimo, pero sigue siendo, de corazón, chavista. que se arrepiente de algunas de sus acciones, pero no todas, bajo Ć©l.
"Si yo te dijera que soy la Madre Teresa de Calcuta, no me tomarĆas en serio. SerĆa sospechoso", dijo.
VOA Noticias