En la madrugada del 22 de febrero, mientras la oposición venezolana se alistaba para llevar ayuda humanitaria al paĆs, un convoy de vehĆculos militares se dirigió a la aldea indĆgena de Kumarakapay en su camino hacia la frontera con Brasil.
Miembros de la comunidad pemón, una tribu cuyo territorio incluye tambiĆ©n la ruta a Brasil, querĆan mantener la frontera abierta para garantizar la llegada de la ayuda pese a que el presidente NicolĆ”s Maduro habĆa ordenado a los militares el cierre fronterizo.
Antes del amanecer, los aldeanos habĆan ordenado dar la vuelta a los vehĆculos militares que iban hacia la frontera, recordĆ”ndoles la autonomĆa de la tribu sobre su territorio, garantizada constitucionalmente.
No obstante, el convoy del ejĆ©rcito avanzó rĆ”pidamente y los integrantes de la tribu solo pudieron detener el Ćŗltimo de los cuatro vehĆculos, un jeep que transportaba a cuatro oficiales de la Guardia Nacional, quienes aseguraron estar trabajando en un proyecto minero.
Creyendo que los oficiales iban a bloquear la ayuda, varios aldeanos los sacaron del vehĆculo, tomaron sus armas y los detuvieron, de acuerdo a entrevistas con 15 residentes.
Algunos de los otros soldados, que se detuvieron cientos de metros mĆ”s adelante, salieron de sus vehĆculos armas en mano y se acercaron. Se escucharon gritos y uno de ellos disparó hacia el suelo, de acuerdo con los aldeanos y un video grabado con un celular por un residente y fue visto por Reuters.
Los soldados restantes comenzaron a disparar repetidamente en dirección a la aldea mientras corrĆan hacia sus vehĆculos, segĆŗn los testigos y el video.
El tiroteo dejó a decenas de aldeanos heridos y tres muertos, una confrontación inusualmente sangrienta entre las tropas venezolanas y los indĆgenas.
El incidente fue ampliamente divulgado cuando ocurrió, pero ha sido poco analizado hasta que Reuters lo investigó.
Las repercusiones incluyeron el arresto de 23 miembros de la tribu pemón, algunos de los cuales dicen que fueron golpeados bajo custodia. Los aldeanos también retuvieron a mÔs de 40 militares como rehenes, algunos de los cuales sufrieron severas mordeduras luego de haber sido dejados mediodesnudos sobre hormigueros en castigo por los asesinatos, según entrevistas con miembros de la tribu.
Los incidentes son un claro ejemplo de cómo las crisis económica y polĆtica de Venezuela han socavadola relación cercana que antes existĆa entre las empobrecidas comunidades indĆgenas y el movimiento socialista iniciado hace dos dĆ©cadas por el antecesor de Maduro, el presidente Hugo ChĆ”vez, que habĆa prometido ayudarlos.
"No podĆamos entender el porquĆ© de la actitud del rĆ©gimen de Maduro de usar armas contra los indĆgenas", dijo Guillermo RodrĆguez, hermano de Zoraida RodrĆguez, una de las tres personas muertas en Kumarakapay.
RodrĆguez ahora vive en la ciudad fronteriza brasileƱa de Pacaraima, tras huir de la violencia a fines de febrero. Es uno de los casi 1.000 miembros de la tribu pemón que cruzaron a Brasil, muchos a pie, segĆŗn la oficina de Brasil de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Ahora viven en cabaƱas de madera que construyeron con sus propias manos o acampan debajo de lonas donadas por la agencia de refugiados de las Naciones Unidas.
El incidente ocurrió despuĆ©s de las tensiones vividas en el sur de Venezuela entre militares y miembros de la etnia pemón involucrados en la minerĆa de oro informal. Los pemones se quejan de la extorsión y la intimidación de las tropas.
La Guardia Nacional, el Ministerio de Información y el Ministerio de Defensa no respondieron a las solicitudes de comentarios para esta historia.
El gobierno en disputa de Maduro ha negado en el pasado el maltrato a los pemones. Dice que estos indĆgenas, que viven en el sur de Venezuela y el norte de Brasil y suman unos 30.000 en total, se han beneficiado de recursos estatales y de una mayor autonomĆa.
El gobierno no ha comentado las acusaciones de extorsión, pero en los Ćŗltimos aƱos Maduro ha acusado a los lĆderes de la oposición de estar involucrados en "mafias" del oro.
En una entrevista con Reuters en marzo, el gobernador del estado de BolĆvar, Justo Noguera, del gobernante Partido Socialista, culpó de la violencia a miembros armados de la tribu pemón, sin aportar pruebas. Asimismo, dijo que el incidente de febrero estĆ” bajo investigación.
"Lamentablemente se presentaron actos terroristas. Ellos atacaron una comisión de nuestro EjĆ©rcito Bolivariano que solo llevaba equipos de comunicación ", dijo Noguera. "HabĆa unos elementos en la tranquila comunidad de Kumarakapay que estaban armados y la comunidad los rechaza".
Una ambulancia transporta personas heridas durante enfrentamientos en el sur de la ciudad venezolana de Kumarakapay, cerca de la frontera con Brasil. Photo: Reuters
Repaldo de EE.UU.
El presidente interino Juan Guaidó, quien invocó la Constitución en enero para proclamarse presidente interino del paĆs, encabezó el intento de cruzar convoyes de ayuda respaldados por Estados Unidos a travĆ©s de las fronteras de Venezuela.
Maduro dijo que la iniciativa humanitaria fue una invasión disfrazada de Washington. Y sostuvo que la administración del presidente Donald Trump deberĆa haber levantado las sanciones económicas y las que pesan sobre el sector petrolero si realmente querĆa ayudar a los venezolanos.
Los lĆderes tribales de Kumarakapay fueron los primeros entre las principales comunidades pemón en el Ć”rea en apoyar abiertamente el plan de ayuda.
Cuando los residentes se enteraron de las muertes en Kumarakapay el 22 de febrero, un grupo de ellos golpeó a los cuatro miembros de la Guardia Nacional retenidos esa mañana, según dos aldeanos que presenciaron los hechos.
Ese mismo dĆa, un grupo de unos 10 pemones de la aldea de Maurak detuvo a 42 miembros de la Guardia Nacional en un pequeƱo aeropuerto en la ciudad de Santa Elena, a unos 10 kilómetros de lafrontera con Brasil y 75 kilómetros al sur de Kumarakapay, segĆŗn un lĆder tribal.
Condujeron a las tropas a una pequeƱa granja en el borde de la selva y les ordenaron sentarse encimade hormigueros, dijo un segundo lĆder indĆgena, que tambiĆ©n pidió no ser identificado porque no estaba autorizado a hablar en nombre de la tribu.
Las mordeduras de las hormigas de fuego pueden ser dolorosas y se sabe que causan ampollas lo suficientemente graves como para necesitar atención hospitalaria.
Algunos militares fueron amarrados y golpeados, dijo uno de los lĆderes, seƱalando que algunos pemones se opusieron a su detención y a la violencia contra ellos.
"Todo estaba fuera de control", dijo.
Un segundo lĆder, que tambiĆ©n pidió permanecer en el anonimato, dijo que durante la detención los aldeanos pusieron ajĆes en la boca de los soldados y en sus genitales.
El Consejo Pemón no respondió a las solicitudes de comentarios para esta historia.
Al dĆa siguiente, el 23 de febrero, los residentes de Kumarakapay intentaron impedir que otro grupo de vehĆculos militares llegara a la frontera. Cuatro residentes trajeron al general JosĆ© Montoya, el comandante de la Guardia Nacional en el estado de BolĆvar, para convencer a los convoyes militares de que no fueran a la frontera.
Sin embargo, las tropas de la Guardia Nacional esposaron a los cuatro pemones, les cubrieron las caras con mĆ”scaras y los metieron dentro de vehĆculos policiales, segĆŗn el residente Aldemaro PĆ©rez. Montoya fue detenido al mismo tiempo y los cinco fueron llevados a una base del ejĆ©rcito llamada Escamoto.
"Ah, ¿ustedes son los pemones arrechos? (bravos, valientes) Se van a morir aquĆ", gritó uno de los policĆas, segĆŗn recordó PĆ©rez.
Este lĆder de la comunidad en Kumarakapay, de 35 aƱos, no identificó a ningĆŗn policĆa o soldado especĆfico involucrado en su detención. Los detalles de su relato fueron confirmados a Reuters por otros tres miembros de la tribu detenidos y un representante del grupo de derechos civiles Foro Penal, quienes tambiĆ©n dijeron que no podĆan identificar a los individuos especĆficos o a las unidades militares involucradas.
Noguera, el gobernador del estado de BolĆvar, negó que los hombres detenidos hayan sido golpeados bajo custodia.
"Personalmente supervisƩ el trato a los prisioneros, los entregamos a todos y ninguno estaba golpeado", dijo en la entrevista.
Reuters no pudo determinar por quĆ© la Guardia Nacional usó vehĆculos de la policĆa para transportar a los detenidos a la base del EjĆ©rcito, ni por quĆ© detuvieron a Montoya, quien fue despojado de su puesto en una resolución publicada dĆas despuĆ©s en el BoletĆn Oficial. La resolución no precisó los motivos de su destitución.
Reuters no pudo obtener comentarios de Montoya ni determinar su paradero.
Un centro de comando militar regional que opera en el estado de BolĆvar y el Ministerio del Interior, que supervisa a la PolicĆa Nacional, no respondieron a las solicitudes de comentarios.
VOA